el zopilote comepalabras
Posted: 04 October 2014 10:35 AM   [ Ignore ]
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vamos a estrenar este lugar con ilustraciones no precisamente naturales de aves, creo que ya había subido algunas antes, pero de todos modos las vuelvo a subir.

este es un zopilote hecho de palabras que surgió durante un taller de escritura que nació con este texto

“Una vez concebí la idea de la existencia de un zopilote que no era igual a los otros zopilotes: un zopilote que no comía animales muertos ni se alimentaba de carroña. Este era un zopilote que comía palabras, esas palabras que mueren, esas palabras que las personas tratan de olvidar porque traen recuerdos que no quieren ser rememorados, también comía este zopilote las historias de los viejos que ya no encuentran más oídos que quieran escucharlas. Y con todas estas cosas olvidadas el zopilote comepalabras alzaba el vuelo e iba depositando las palabras perdidas por toda la tierra, para que, así como los muertos nutren la tierra, las historias olvidadas nutran las historias que nacen.”

y el zopilote está hecho de palabras: allí están escritas dos historias que hablan sobre los zopilotes

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Posted: 04 October 2014 10:37 AM   [ Ignore ]   [ # 1 ]
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Historia de don Muerte, la triste y el zopilote
Se le había caído el alma y no la encontraba por ninguna parte. Mora se había desganado de vivir y los entendidos se enco¬gían de hombros:
—Para mal de amores, no valen doctores.
La mujer sola cantó, para nadie, su canto roto.
Tres veces cantó. A la tercera, un eco contestó aquel cantar de desventura. La respuesta vino desde la otra orilla; y Mora cruzó el río Huichihuayan por el paso de piedras.


Le dolía todo el cuerpo, y hasta el pelo le dolía; pero ella persi¬guió el contracanto que sonaba, se alejaba y se perdía. Lo persiguió a los tumbos, tropezando a la poca luz de la luna, de loma en loma, de legua en legua, sin más compañía que las lechuzas que daban vueltas sobre los cerros.
Hasta que por fin encontró la voz donde su voz acudía. Y entró en la oscuridad.
El esqueleto parlante le dio la bienvenida:
—Su casa de usted.
Gruta adentro, brillaban las velas. Miles y miles de velas de to¬dos los tamaños y colores: había altos cirios, de fuego naciente, y había velones encendidos a toda luz, y restos de velas de escaso pabilo que chorreaban cera sin color ni calor.
Las velas, cuerpos encendidos, erizaban las paredes a lo largo de la caverna, y en el techo brillaban las sombras. Toda la comarca de Huehuetlán estaba en ese lucerío. Nadie faltaba: allí estaban los pobres y los ricos, los nuevos y los cansados, los desnudos y los disfrazados.
—Bajo tierra no hay coronas —dijo el esqueleto—. Ni de oro, ni de espinas.


Hizo una reverencia, se presentó:
—La Igualadora. La Pelona. La Calaca. La Apestosa. La Raspa. La Dientona. La Tembleque. La Chirifusca. La Tiznada.
Y zalamereando, voz de almíbar, aclaró:
—Me dan nombres de mujer. No te lo creas.
Cada pocos pasos, el dueño de los fuegos se detenía y soplaba. Soplaba donde quería, y apagaba para siempre. Señalando una alta vela roja que ardía y desardía, preguntó:
—Este fuego que duda… ¿Lo reconoces?
A Mora se le enfrió la sangre.
N unca lo había olvidado. Lo había visto en la infancia, en una procesión. Mora era la Virgencita de Guadalupe en trono de flores, desnuda bajo la gasa blanca, los ojos al cielo, las ma¬nos rogando, y el esqueleto había emergido súbitamente entre las hojas de palma del altar. Él le había guiñado un ojo y la niña había caído redondita al suelo.
Y ahora sus piernas la habían traído al reino lúgubre; y ella no podía parar la crujidera del mentón. La calavera de mazapán soltó una carcajada de ópera y se apartó. Detestaba los apurones y las macabradas.
Pasaron los días. Mora seguía prisionera. Don Muerte la tentaba, obsequioso, dientes de azúcar, bigotes de chocolate: le ofrecía el fin de todo dolor, el beso que borra todos los besos besados y por besar, el novamás, el siemprenunca. Mientras él cuchicheaba, sus manos huesudas tejían largas guirnaldas de flores negras y tallaban y pulían, en piedra de obsidiana, una cruz con forma de cuerpo de mujer.
Mora tenía miedo de mirarse en el charco de la cueva, que era su único espejo, porque el charco podía beberle la cara.

Don Muerte envió a Mora a recorrer el páramo. Y le mandó cavar una sepultura, con las uñas, en el rincón de mejor tierra y sombra mejor.
Entonces Mora quiso fugarse. Apenas lo pensó, la tierra se partió con un crujido descomunal y un precipicio se abrió a sus pies.
Mora lloró, se lloró.
Pero entonces sopló el viento, que sopla donde quiere, y la condenada sintió el asombro de haber nacido y la curiosidad de vivir. Vivir como fuera, donde fuera, el tiempo que fuera: las horas de la mariposa, los días de la mosca, los siglos de la tortuga. Y gritó. Y el gran zopilote de pecho blanco la escuchó desde la altura y bajó volando y aterrizó a su lado.
Y Mora recibió las plumas del zopilote a cambio de su pelo, y las alas a cambio de sus brazos. Ella tenía miedo. La aterrorizaban las honduras que se abrían allá abajo. Tomaba impulso para lanzarse, daba unos pasos; y al borde del abismo, retrocedía. Y en eso estuvo, que sí, que no, hasta que el. zopilote le pegó un empujón y en plena caída ella desplegó las alas y las alas la sostuvieron en la levedad. Y fue tanta su alegría que se tuvo envidia.

La memoria come muertos. El zopilote, también. Igual que la memoria, el zopilote vuela.
Y aquel zopilote, que tenía por costumbre comer muertos y los convertía en fuerza de sus alas, se metió alegremente en la caverna donde encontraban destino los cantares de pena irremediable.
Don Muerte vio venir el bulto, pelo de mujer, sombra de mujer meneándose a lo largo de los cirios, y se le echó encima.
Pero el zopilote besó antes. Hundió en la boca de la muerte su pico poderoso, y mordió y comió. Comió llorando, porque la muerte, que parecía dulce, era más picante que el chili javanero o los rabiosos ajíes de la huerta del Diablo.

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Posted: 04 October 2014 10:38 AM   [ Ignore ]   [ # 2 ]
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El día que Dios repartió los nombres entres los animales, la tortuga no estuvo presente. Tampoco Noé la encontró cuando anduvo por la tierra juntando a todas las criaturas del Señor, para llevarlas en su arca al cielo. Porque la tortuga vino al mundo después del diluvio.
El agua desprendida del cielo durante la noche larga del Diluvio Universal, fue bajando de nivel hasta que la tierra, desnuda, se tendió a secar al sol.
Entonces Dios mandó a muchos animales a averiguar si era tiempo de que volvieran a probarla. Entre ellos vino el zopilote. No le importó la misión, ni regresó al cielo, sino que se quedó aquí a comer cadáveres.
Un día, entre el lodo, vio animarse un pedazo de barro: era la tortuga. La pobrecita, sin palabras, sin nombres, estaba tres veces sola. Y como el zopilote no había vuelto hablar desde que bajó del cielo, dio rienda suelta a una plática larga que con frecuencia caía el nombre de Dios.
-Llévame a conocerlo –dijo la tortuga. Y rogó largamente.
Pero el zopilote por temor a ser castigado por su desobediencia, se negaba, también largamente.
-Está bien. Sube –dijo por fin, cansado de oír los ruegos de la tortuga.
Abrió las alas. Y en medio de las dos, la tortuga se afianzó.
Había volado unas horas y desde la tierra ya no se distinguiría el nudo negro de sus cuerpos, cuando la tortuga dijo:
-¡Que mal hueles!
El zopilote, que no oyó bien las palabras de la tortuga, ladeó la cabeza, preguntando:
-Dime, ¿estás hablando?
-No –respondió la tortuga
Instante más tarde la tortuga protestó una y otra vez.
Y la tercera protesta la escuchó entera el zopilote. Una racha violenta le ladeó las alas y la tortuga –¡pobrecita!- cayó a la tierra, rompiéndose en cien pedazos.
Cuando Dios bajó del cielo, amorosamente unió sus partes. Y la llamó bigú, que es una forma de bigú, que quiere decir fragmento, polvo, desecho. ¿No han visto ustedes cómo la tortuga tiene el carapacho remendado?

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Posted: 04 October 2014 11:09 AM   [ Ignore ]   [ # 3 ]
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ufff, que no muera el zopilote!!!... .. que buen freno al impetu que traia de juntar todo lo que ya había salido de expresiones en AvesdeMexico…

que bueno que me tropece, me calme y disfrute un resto todo esto… ..

cuanta lumbre Chivizcoyo!!!

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Ruben Deschamps Ebergenyi
Tuxpam, Ver / Monterrey, NL, Mexico
Canon 5Diii / 300 f2.8 ii / 16-35 f/2.8L ii / 24-70 f/2.8L

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Posted: 04 October 2014 03:11 PM   [ Ignore ]   [ # 4 ]
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Que bien Alberto…excelente manera de combinar el gusto por las aves, el dibujo y la escritura…muy buenas historias.

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Saludos,

Luis Iturriaga
Observador de aves en constante formación @10 msnm / Veracruz
Nikon D7100 / Sigma 150-500mm f 5-6.3
https://www.facebook.com/ObservandoAves
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“Birding is something we do for enjoyment, so if you enjoy it, you are a good birder. If you enjoy it a lot you’re a great birder.” - Kenn Kaufman

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Posted: 04 October 2014 05:47 PM   [ Ignore ]   [ # 5 ]
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Disfruté mucho las historias y el dibujo me parece un concepto muy interesante.

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Gerardo Marrón.
La Paz, Baja California Sur.
Observadores de Aves UABCS.
http://avespeninsulares.blogspot.mx/

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Posted: 06 October 2014 10:37 AM   [ Ignore ]   [ # 6 ]
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muy creativo mi estimado Chiviz

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Rolando Chávez
Villahermosa, Tabasco.

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