A ver si ahora sí se ve.
Es en el Bosque Venustiano Carranza en Torreón.
Lo que he notado con los chupasavias es que son bien sorderos. Casi no hacen ruido, casi no llaman y sus picoteos son silentes. Si no te los topas con la vista, como aquel Williamson’s en la Sierra de Durango, es difícil verlos.
Saludos,
Francisco