El otro día, por la noche, me dice mi esposa “anda un gato ahí afuera” y entonces me salí con la linterna a ver si lo ahuyentaba. Antes de que se acomodara a maullar y hacer destrozos.
Lo busqué y nada. Sin embargo, al iluminar un árbol con la linterna me encontré una figura conocida. Un diminuto Tecolote Bajeño. Me miraba y giraba su cabeza y al final creo que no le gustó la linterna. Pero estuvo un buen rato. Ya ni me esforcé en ir por la cámara, pues en esas condiciones, en lo que averiguo que parámetros poner, se hubiera ido. Así que lo observé un rato y luego voló.
No es una obra de arte, pero ahí quedó el registro. El otro día creo haber visto lo que podría ser un Nightjar o Nighthawk en la madrugada. Definitivamente, tendré que inaugurar la pajareada noctura en la Mini-AICA. Sobretodo ahora que ya está más fresco y hay “menos mosco”.